El Bolea suma su segunda victoria de la temporada en un partido que tuvo muchas fases distintas Cuando veíamos el sábado noche caer agua a cántaros pocos dábamos un duro porque el primer partido del Bolea F.C. en casa se pudiera disputar, sin embargo, la gran labor de mantenimiento del campo y su buen drenaje nos dejaron un terreno de juego en sorprendente buen estado. El verano llegó a su fin este fin de semana y convierte en recuerdos las noches de la fresca, las fiestas de los pueblos y los baños en la piscina para dar paso a la chaqueta y el carajillo. Las nubes se disiparon y llegó a rayar el sol para dejar una tarde fresca pero primaveral en As Balsetas. El partido, un clásico de la Segunda Regional, sirvió para ver en una de sus últimas intervenciones a Paco Paradís, un veterano colegiado curtido en mil batallas que nos recuerda lo bonito que tiene el fútbol modesto. Aunque no siempre estemos de acuerdo con sus decisiones, su dedicación y continuidad ha hecho que le cojamos cariño en el vestuario y nos de pena su retirada. Yendo a lo futbolístico, el Bolea entró bien al partido, intentando plasmar las ideas de Iván, el nuevo entrenador, que está llevando a cabo un método de entrenamientos concienzudo para que brille el fútbol de toque, rápido y vistoso para el espectador. La intensidad era buena y el balón rodaba veloz. En un cambio de sentido, Dey, timón del equipo, encontró abierto en banda derecha a Lorién, que apuró la carrera e hizo dudar al portero, que salió del área intentando anticiparse. Lorién fue más rápido y picó el balón con destino portería sin que la defensa pudiera llegar a tiempo para evitar que la pelota cruzara la línea. Buenas sensaciones y por delante en el marcador, todo parecía indicar que podía ser un partido tranquilo y dominado, pero el Bolea recuperó su esencia: no sabe ganar tranquilo, necesita sentir el miedo para rayar al más alto nivel. Un desajuste defensivo dejó a un rival en el área, que filtró un balón al segundo palo, donde encontró un compañero que embocó a gol sin oposición. 1-1. Tocaba dar más para ganar. El esférico siguió siendo del Bolea, aunque en algunos momentos el ataque pecaba de demasiada verticalidad, pero en una buena jugada por banda derecha Lori consiguió pasar un balón raso al segundo palo, donde llegó Sana a rematar a gol con el portero vencido. 2-1, el marcador volvía a su ser. Pero aquí el Bolea bajó el pistón, se relajó y empezó a ensancharse en el campo, dejando demasiados huecos entre líneas, lo que facilitaba la labor del Alto Ara, que agazapado esperaba sin prisa. Los minutos pasaban y se acercaba el descanso, pero para los nuestros llegó antes de hora, pues en cinco minutos dos balones sin aparente peligro se complicaron por errores encadenados y acabaron suponiendo dos goles del Alto Ara. 2-3 en un partido donde el Bolea había sido mejor en ataque y con balón pero que sufría las penalizaciones de la mala colocación defensiva. Cuando todo parecía acabado, la última de la primera parte fue un balón largo para Panti, que pilló fuera de sitio a su defensa. El 17 sacó la varita, vio venir el balón por el cielo, lo bajó además con orientación perfecta y se la dejó perfecta para batir por bajo al portero. Un golazo y un gesto técnico para enmarcar, de los que gustan en As Balsetas. 3-3 y descanso para aclarar ideas y empezar un partido nuevo de 45 minutos, donde el objetivo era dejar la portería a cero y aprovechar la pólvora del equipo arriba. La segunda parte el Bolea mejoró con balón y ganó entereza defensiva gracias a la compactación de las líneas. El Alto Ara, cansado de correr detrás de la pelota, daba guerra cuando robaba en medio campo, pero no llegaba a generar peligro real. Así todo, los cambios resultaron clave para darle otro color a la segunda parte. Un recién llegado Pablo Sanpere, que ha venido para regalarnos grandes momentos de fútbol por su velocidad, arrojo, desparpajo y calidad, se convirtió en héroe y protagonista del partido. Nada más salir consiguió anotar el 4-3 en el 62 batiendo al portero en el área. Poco después, en un gran balón filtrado por Mario en profundidad, Pablo arrancó a correr, hizo salir al portero y este, viendo que era superado, se vio obligado a hacerle una entrada que suponía falta y expulsión fuera del área. Ahora sí, todo parecía de cara, con superioridad numérica y en el marcador. A partir de entonces, otro de los errores del Bolea fue que no gestionó bien del todo los últimos minutos, corriendo más de la cuenta en algunas circunstancias y dando alas a un Alto Ara herido que buscaba aprovechar balones parados. Cuando ya quedaba poco para el final, de nuevo Pablo el correcaminos dribló, gambeteó y se coló en el área para marcar haciéndolo sencillo el 5-3 definitivo. La última media hora del Bolea con balón fue bastante buena, realizando buenas combinaciones y movimientos en ataque y trenzando jugadas de bella factura, lo que ilusiona en una temporada que pinta, al menos, bonita. La movilidad y calidad de los jugadores de arriba dan un salto de nivel con las ideas del nuevo mister, con el que vamos a disfrutar de buen fútbol. Volvió el fútbol a Bolea, volvió el Rock & Roll, volvió Thunderstruck, volvieron los audios de Macu para narrar el partido y transmitir las emociones y los nervios a los aficionados que nos siguen desde lejos y volvió la ilusión de un equipo que está llamado a hacer grandes cosas por el gran nivel de jugadores nuevos y de los que ya estaban. Una amalgama que hace soñar con una temporada preciosa. Os invitamos a disfrutarla con nosotros, aficionados, que sois el motivo por el que competimos cada domingo. El próximo partido tocará visitar a El Temple, rival muy duro que se ha reforzado mucho este verano, del qué traemos recuerdos variados de la última visita en la última jornada de la liga pasada. Invitamos a la afición a desplazarse para vibrar con nosotros para cosechar la tercera victoria consecutiva, que nos mantendría líderes en la tabla de clasificación. ¿Te lo vas a perder? Aúpa Bolea!
El Bolea recupera su esencia: Rock & Roll
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